domingo, 14 de septiembre de 2014

Adaptarse

Adaptarse, según WordReference, es:

1. Acomodar, ajustar una cosa a otra. 

2. Hacer que un objeto o mecanismo desempeñe funciones distintas de aquellas para las que fue construido.

3. Acomodarse una persona mental y físicamente a diversas circunstancias:

Claro está que eso de la adaptación no es, en ninguna de sus definiciones, algo sano.

La adaptación es una de las prácticas más ambiguas, podría decirse, y guarda mucha relación con acostumbrarse. El mundo quiere vender la adaptación como algo bueno y no lo es. Cada vez que ante una queja se nos manda a adaptarnos o hacernos a la idea de... se nos está pidiendo que dejemos de lado nuestras creencias, individualidad y sobretodo, se nos manda a agunta' callao’ todo lo que el mundo quiera darnos.

Adaptarse es, según muchos, la forma más fácil de sobrellevar cualquier situación. Es tan miserable esa salida.

Se nos manda a adaptarnos a la mediocridad que arropa el país; a que todo se resuelva con dinero; a que la política sea cómica y la policía iletrada; a que la educación pública sea un desastre y la privada una estafa; al doblecarismo; a pagar mensualidad completa sin recibir clases; a los profesores mediocres y a los que dicen que nadie le saca un 100; a estudiar algo que deje dinero porque la cosa 'tá dura'; a decir lo que conviene por miedo a que se nos cierren puertas; a vivir de las relaciones y dejar para último la preparación; a convertir la ciudad en vertedero y luego decir que el Alcalde no está haciendo su trabajo; a ir a clínicas privadas porque las públicas son un desastre; a ver cómo la constitución se viola a cada rato sin que pase nada.

El problema de adaptarse es que, al hacerlo, el mensaje que se manda es que todo está bien y que nada debe cambiar a parte de nosotros claro. Adaptarnos es una de las acciones más cobardes que pueden hacerse. Y con ella viene el descontento y luego la resignación; nos acostumbramos a que las cosas sean de tal o cual forma a pesar de que creamos que no es lo correcto. Pero bien dicen por ahí: Cuando uno no vive como piensa termina pensando como vive. Así que sí, terminaremos pensando resignadamente.

Perdón mundo pero soy anti-adaptación.